Gaia, la hipótesis del superorganismo
Desafiar al racionalismo desde el propio racionalismo. Eso fue lo que hizo el científico e inventor británico James Lovelock, cuando postuló que el planeta en que vivimos es un sistema que autorregula su funcionamiento. Su historial académico le otorgaba un cierto blindaje; sólo por eso no fue tildado de loco y ha podido exponer su hipótesis, dar charlas, publicar libros, reformular sus planteamientos y, a la larga, contribuir a modificar lo que entendemos por Tierra. O Gaia, como le llaman desde entonces quienes –acogiendo sus ideas y el concepto acuñado por el teórico– se refieren a este cuerpo celeste como un sistema interrelacionado de elementos: litósfera, hidrósfera, biósfera y atmósfera.