Reseña de cine

Maggie’s Plan

Por June Curiel

 

Maggie quiere tener un hijo a toda costa. Y cuando uno se obsesiona, las cosas pueden salir del revés. Maggie´s Plan es la primera película de Miller desde 2009, y tal vez la mejor hasta ahora. El filme cuenta con un reparto brillante encabezado por el terceto formado por Julianne Moore, Greta Gerwig e Ethan Hawke, además de otras muchas caras conocidas. El plan de Maggie gira alrededor del personaje del título, interpretado por Gerwig, que ya nos sedujo en la fresca y divertida comedia Frances Ha.

Lo dicho, Maggie quiere desesperadamente un bebé y parece que va a hacer cualquier cosa para conseguir su deseo. Incluso tiene ya fecha exacta para la concepción y un robusto donante vendedor de pepinillos (Travis Fimmel, de Vikingos, próximo Warcraft). Sin embargo, las cosas toman un giro levemente diferente cuando el destino se interpone en el camino y su compañero conferenciante y escritor aspirante a la ficción, John (Ethan Hawke), entra en la vida de Maggie. Una relación pronto se forma, a pesar de que John todavía está casado con Georgette (Julianne Moore) y tiene dos hijos. Tres años más tarde ambos reanudan la relación y tienen una hija, aunque ella se da cuenta de que su amor por él ya pasa de la fecha de caducidad. Es aquí donde Maggie, preocupada por tener a todo el mundo contento, teje su famoso plan.

La película define a Greta Gerwig como el alter ego femenino de Woody Allen. Es una producción encantadora, de tonos cálidos, antirromántica, pero que a su vez se sirve de la comedia para cuestionar los fundamentos del género. Lejos de la historia, que podría ser más original, veo al trasluz una sátira muy ingeniosa sobre los académicos e intelectuales narcisistas y también la idea de que una mujer soltera puede estar tan lista como cualquier otra para la maternidad.

Por su parte, la madre de esta criatura audiovisual, la cineasta y guionista Rebecca Miller, sabe ocultar tras las fachadas de sus personajes esa compleja mixtura de emociones desordenadas que tarde o temprano salen a flote. Y ése es precisamente el encanto de esta comedia, junto con su elenco, actores que juegan su papel sin intención de ocultar todos esos defectos.

Digna de destacar es esa siempre excelente Julianne Moore con acento danés, espeso y tosco. Personaje intellectual y dominante, pero que a los ojos de Maggie se vulnerabiliza.

Un filme quizás algo ligero y que al final pierde fuerza… pero ¿a quién no le sienta bien de vez en cuando cambiar la intensidad del drama diario por una tapa de pepinillos?