Editorial N°14 – Año 2 – Junio de 2016 – ARQUITECTURA
Conjugar forma y función. Un objetivo que a simple vista puede parecer sencillo de alcanzar para quienes diseñan y construyen hogares, resulta no serlo tanto cuando deben satisfacer las necesidades, gustos y hasta caprichos de sus usuarios. Más complejo se hace si consideramos que la casa habitación es apenas una de las muchas posibles edificaciones. Y la dificultad se profundiza al articular, por un lado, las exigencias estéticas con las tecnologías disponibles y, por otro, los muy variopintos aspectos culturales de las comunidades que harán uso de las construcciones.
Convengamos, pues, que el desafío que enfrentan a diario la arquitectura y sus exponentes en diversas sociedades no es menor. La historia de la humanidad da cuenta de grandes logros y de grandes fracasos en la materia. Del mismo modo, y tal vez mucho más relevante, hay registro de diversas concepciones de esta disciplina, considerada desde las más tempranas épocas de la cultura occidental como un arte. Para unos ha sido un fin en sí misma y la búsqueda de su perfección en términos de belleza y estilo ha sido el norte magnético de afamados arquitectos, creadores de notables obras que se admiran en forma casi unánime; pero hay quienes han priorizado la funcionalidad, la eficiencia de sus edificaciones, el desarrollo de nuevas y mejores técnicas. Hoy se agrega a ello un nuevo factor: reducir cuanto sea posible el impacto de la arquitectura en el medio ambiente, llegando a concebirse casas y edificios autosustentables.
¿Se puede ir más lejos aun? Sí. Se puede plantear que una construcción eficiente y en la ubicación adecuada contribuye a superar la condición de pobreza de una comunidad. Se puede también señalar que los materiales tienen su origen en lo sensorial, en la memoria emotiva.
Invitamos a nuestros lectores a descubrir en las siguientes páginas algunas nociones de la arquitectura, varios ejemplos de su materialización y las posibles aplicaciones que permitan mejorar la vida del hombre, otro -y tal vez el principal- de sus muchos objetivos.