Editorial N°23 – Año 3 – Abril de 2017 – CINE
Dos años son dos calendarios con hojas que se desprenden. Nuestros dos años, en cambio, son hojas virtuales que pueden almacenarse porque abarcan contenidos que no tienen fecha de vencimiento; hacen un recorrido por los temas que, además de apasionarnos, nos ayudan a dar sentido a los acontecimientos que llamamos cultura y que, por lo mismo, abarcan todas las acciones con las que el ser humano intenta apropiarse de la esquiva y muchas veces angustiante realidad. Han sido también dos años de conformar equipo, de crear lazos, cruzando océanos, sumando plumas (teclados) y ánimos para ir uniendo vivencias dispares que se reconocen en un mismo esqueleto de intereses y pasiones.
Sí. Hemos sumado. Colaboradores y lectores. Podemos, pues, hablar desde la satisfacción; pero también desde el convencimiento de que cada edición debe implicar una vuelta más en la espiral que profundiza este proyecto, este sueño colectivo.
Para esta nueva edición escogimos el cine como núcleo central. La máquina de imaginar que puede enajenar, hacer pensar, hacer sentir la belleza. Aquí le damos vuelta a la manilla de la cámara para mirar más adentro y descubrir películas de cabecera de un grupo de seres humanos y sus razones. Una invitación a pensar lo mismo, para ver –como decía el poeta Gonzalo Rojas– qué se ama cuando se ama.
Herramienta ideológica, el cine, cuando no es mera propaganda, se las arregla para trascender y ser parte de la historia. Es el caso de las obras de los dos realizadores que analizamos, el soviético Serguéi Eisenstein y la germana Leni Riefenstahl, quienes buscando enaltecer una idea política concibieron nuevas formas de arte.
El cine también es expresión de solidaridad. Por eso este número recoge la experiencia del Festival Cinelatino de Toulouse (Francia), que abre puertas y caminos a los filmes latinoamericanos en Europa.
Como siempre, la edición va más allá del tema central y se interna en otras expresiones como la plástica, la fotografía y la literatura, explorando e incitando a explorar creaciones y creadores.
Haber sostenido durante dos años una revista cultural, sólo con ánimo de hacerlo y sin que una sola moneda haya sido involucrada, es, en estos tiempos de individualismo, cálculo y consumismo desatado, un logro de veras mayor. Nos alegramos de ello. Y perseveraremos.