El abrazo del lector. Una mirada al discurso en la formación de lectores
“Me gustó, pero…” Fueron sus palabras cuando le leí por primera vez El pájaro del alma, de Mijal Snunit. Yo sabía que era un texto lento, apacible, con el sosiego de los relatos sin guerras ni extraterrestres, pero complejo. Lo mismo podría hablarnos a los 15 que a los 60 años, y aunque dudaba de que fuera posible a los 5, se lo leí. El pájaro del alma llama a un silencio difícil, a una complicidad un tanto adulta. Una historia cuyo intríngulis es el alma humana. Una habitación en la que vive un pájaro.
Cuando un niño a los cinco años dice “Me gustó”, es bastante probable que sí le haya gustado. Si le añade “pero” a la declaración, puede que no quiera argumentar, pero, si lo hace, también es posible que aluda a la extensión del texto o al hecho de que le haya parecido triste, muy rara vez a un elemento anecdótico de la historia…