Francisco Toledo: Arte desde y para el pueblo
Es un alma inquieta, qué duda cabe; una que lleva consigo, además, la profunda influencia del istmo de Tehuantepec que lo vio nacer. Y es desde esa dimensión de hombre de la tierra que surgen su arte y su compromiso con la vida.
Francisco Benjamín López Toledo nació el 17 de julio de 1940, en Juchitán, en el estado mexicano de Oaxaca, cursó su instrucción primaria en esa misma localidad y, pese a ser el cuarto de siete hermanos, su padre, trabajador del comercio e hijo de un zapatero, le envió a seguir la secundaria en el Instituto de Ciencias y Artes de la capital estatal, apostando por su futuro. Sin embargo, su permanencia en las aulas en que crecieron Benito Juárez y Porfirio Díaz no alcanzó a durar un año, pues no tenía especial predilección por la educación formal.