Reseña de cine

Henry & June

Por June Curiel

 

Erotismo. No lo dudé ni un segundo. Al decidir el tema de nuestra AguaTinta de julio, la película de la reseña vino rápidamente a mí, a pesar de haberla visto hace más de veinte años. Me acuerdo de que en su momento había visto el tráiler y llevaba tiempo esperándola con ansiedad por tres razones: Anaïs Nin, Anaïs Nin y Anaïs Nin. Lo gracioso es que cuando por fin la vi Anaïs se evaporó por un momento y sólo me quedaba admiración por la actriz que la encarna, la portuguesa Maria de Medeiros que aquí hace la mejor interpretación de su carrera. La cinta se estrenó a finales de 1990 y fue muy comentada por sus escenas eróticas y por una de las primeras exhibiciones de sexo lésbico en el celuloide. Si estabas, como yo, en plena montaña rusa de hormonas adolescentes y habías leído a Anaïs Nin hasta recitarla de memoria, podéis imaginaros la larga espera hasta que una podía alquilar o comprarse la película en VHS. El filme, más allá de su pátina erótica, describe la vida de dos escritores en París a principios de los años 30, Henry Miller (Fred Ward) y Anaïs Nin. El argumento desgrana cómo se entrecruzan sus historias y examina sus diferentes estilos, al tiempo que dibuja muy bien ese vivir al límite del artista, especialmente del escritor: siempre entre la depre existencialista de un futuro incierto y la búsqueda de la verdad.

Phillip Kauffman, el director que ya tenía un máster en ciencias eróticas gracias a la magistral La insoportable levedad del ser, hace una película de caracteres que triangulan sus vidas entre burdeles y callejuelas-laberinto.

Y sí, el título lo ponen ambos escritores aunque el vértice que completa el triángulo es June, personaje complejo por sus pulsiones, sus desos, sus gestos, su erotismo puro hecho carne (o más bien metro ochenta de Uma Thurman). June es el personaje que expresa los sentimientos y vive cada día como si fuera el último.

El filme ilustra pasajes del diario de Nin y así podemos percibir los cambios que sufrió la vida de la escritora al entrar en ella Henry y su esposa. “Quiero probarlo todo, como tú”, dice Anaïs Nin a June, y lo cumple. Todo lo que vive encuentra reflejo en lo que escribe y desde ese momento su producción literaria no pararía, convirtiéndola en la primera autora que escribió erotismo para mujeres, utilizándolo a su vez como instrumento de autoconocimiento.

Véanla: una joya más allá de la ardiente historia, hilada con exquisita música de jazz, charlestón y ritmos latinos. Una realización de las que tanto disfrutamos quienes vemos el arte como forma de vida, capaz de cambiarnos, de tambalearnos y ponerlo todo del revés. Y calentito, de paso.