La urbe a los ojos de Luis Pérez
Los cuadros del vallisoletano reúnen, sin temor a la paradoja, los conceptos ‘lleno’ y ‘vacío’: son retratos urbanos plagados de detalles, pero casi por completo carentes de figura humana. No son, sin embargo, pinturas de la desolación, sino representaciones de la huella del hombre en la ciudad; seres que no se ven, pero se intuyen. El resultado es el tiempo detenido, una obra que roza lo onírico.