Ediciones anteriores

Lucian Freud. Densidad y carácter

Intenso y obsesivo; mujeriego y egoísta; dueño de un magnetismo que parecía alterar la atmósfera de los sitios en que se movía, Lucian Michael Freud (Berlín, 8 de diciembre de 1922 – Londres, 20 de julio de 2011), hizo siempre exactamente lo que quiso, en especial desde que fue objeto de reconocimiento mundial por sus pinturas y tuvo más dinero del que era capaz de perder en apuestas hípicas. Pintó hasta sólo unos días antes de su muerte y lo hizo a contracorriente de su tiempo. Figurativo y realista entre abstractos. Adaptó su propia técnica para hacer nacer sobre la tela, más que rostros y cuerpos, caracteres humanos, seres de carne y hueso, sin concesiones, desoyendo la supuesta armonía de sus formas y enfocándose en los temores o anhelos que su gestualidad corporal y su mirada transmitían. Como fiel heredero de su abuelo Sigmund.

Siga leyendo