Phillipe Starck marca la pauta en el diseño: “Nadie está obligado a ser un genio, pero todos deberían intentarlo”
Solamente pronunciar su nombre evoca la palabra diseño por excelencia. Ganador de más de una quincena de premios, este hijo de un ingeniero aeronáutico, diseñador de aviones, heredó de él la veta creativa. Nació y estudió en París, convirtiéndose en las décadas del ochenta y del noventa en uno de los diseñadores más connotados en el mundo.
Arquitecto de interior y diseñador industrial, ha creado desde barcos a lámparas; desde recepciones a bares; desde clubes nocturnos a edificios. Fue el primer francés invitado a TED (Technology, Entertainement & Design) en 2007, en cuya charla explicó, con una gran dosis de su característico humor, por qué ejerce esta profesión.