Surrealismo pictórico: El ojo en estado salvaje
Mirar lo no visto, aquello que guarda nuestro inconsciente, las raras relaciones que a veces hacen nuestros sueños. Relojes derritiéndose, mostraría Dalí. Señores con sombreros hongo sin cara y con mucho cielo, agregaría Magritte. Contenidos inquietantes siempre, como lo es esa trastienda en la que habitualmente no queremos mirar y donde acumulamos los desechos de la vida cotidiana, sin un orden lógico o “natural”.
André Breton abrió los fuegos en su manifiesto El surrealismo y la pintura con la frase El ojo existe en estado salvaje. Inadecuado para el bien pensante estado del arte del siglo XX, el surrealismo fue otro de los “ismos” con que la vanguardia cambió la manera de mirar el mundo y de concebir la plástica, planteando obras que buscaron romper con la estética burguesa, e instauraron una verdadera revolución de las formas.